- agosto 26, 2025
- Posted by: INVA
- Categoría: Medioambiente

La transición hacia energías renovables está impulsando una demanda sin precedentes de minerales críticos como el cobre. Este metal, esencial por sus propiedades conductoras y su versatilidad, es clave para tecnologías de electrificación como paneles solares, turbinas eólicas, baterías y vehículos eléctricos. Se proyecta que la demanda anual de cobre aumente de 25 millones de toneladas a 55.1 millones para 2050, bajo un escenario de 1.5°C.
Transición energética: un cambio necesario
La transición energética implica reemplazar los combustibles fósiles por fuentes renovables como la solar, eólica e hidráulica. Este cambio no solo reduce emisiones, sino que también diversifica mercados energéticos, mejora la seguridad energética y genera empleos. Sin embargo, enfrenta retos como altos costos iniciales, infraestructura limitada y la intermitencia de las fuentes renovables.
El desafío del cobre
El mercado del cobre enfrenta un déficit proyectado a partir de 2025 debido a la escasez de nuevos proyectos, tiempos prolongados de desarrollo y una disminución en la calidad de los yacimientos. A pesar de un aumento en los presupuestos de exploración, que alcanzaron los 3.2 mil millones de dólares en 2024, las inversiones se concentran en depósitos conocidos, limitando el descubrimiento de nuevas reservas.
La exploración responsable requiere incorporar evaluaciones ambientales desde las etapas iniciales, minimizando impactos y fortaleciendo la responsabilidad social. En regiones como Perú y Chile, se están desarrollando marcos normativos que exigen planes de cierre desde la fase de exploración.
Innovación y sostenibilidad en la minería
Las empresas mineras están adoptando tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial y la lixiviación de sulfuros, para optimizar la producción y mejorar la eficiencia operativa. La sostenibilidad se ha convertido en una prioridad, incorporando reducción de emisiones, gestión eficiente del agua y economía circular como estándares clave. En Chile, por ejemplo, se han implementado medidas para reducir en un 30% los tiempos de permisos, acelerando el desarrollo de proyectos estratégicos.
Además de estas mejoras, las compañías líderes están implementando planes de cierre progresivo que integran restauración ecológica, monitoreo post-cierre y participación comunitaria. Estas acciones no solo cumplen con estándares internacionales, sino que también generan valor social y ambiental a largo plazo.
La gestión ambiental moderna en minería va más allá del cumplimiento normativo: incluye la rehabilitación de ecosistemas, la transparencia en indicadores ambientales y una participación activa de las comunidades. Estas prácticas fortalecen la confianza pública y aseguran que la minería del cobre contribuya a la transición energética sin comprometer el entorno ni el bienestar de las generaciones futuras.
Perspectivas y oportunidades
El cobre es un recurso clave no solo para impulsar la transición energética, sino también para industrias estratégicas como la inteligencia artificial y la defensa. En un mercado cada vez más limitado en oferta, las fusiones y adquisiciones han cobrado fuerza, especialmente en países de América Latina con abundantes reservas. Solo en 2024, se concretaron operaciones por un valor de 3.500 millones de dólares destinadas a incrementar la producción y optimizar la eficiencia operativa.

Fuente: World Population Review (2024), «Copper Reserves by Country»
https://worldpopulationreview.com/country-rankings/copper-reserves-by-country
Un dato relevante es que, aunque la extracción de cobre está distribuida entre varios países, China domina la fase de refinado, concentrando alrededor del 44% de la producción mundial. Este liderazgo refleja su estrategia de controlar las etapas clave del procesamiento de materias primas.
En un escenario de mayor exigencia ambiental, las operaciones mineras que destacan por su gestión ambiental y planes de cierre responsables se vuelven más atractivas para los inversionistas. Las adquisiciones recientes han priorizado activos con certificaciones ambientales, infraestructura para implementar modelos de economía circular y relaciones sólidas con las comunidades locales.
Conclusión
El cobre se posiciona como un pilar fundamental para la transición energética y el avance tecnológico global. Asegurar su disponibilidad de forma sostenible resulta clave para cumplir las metas de descarbonización y electrificación. Para lograrlo, será indispensable la cooperación entre gobiernos, empresas y comunidades, de modo que se puedan enfrentar los retos y capitalizar las oportunidades que ofrece este recurso estratégico.
La sostenibilidad debe concebirse como el eje que garantiza la viabilidad técnica, económica y social de la minería del cobre. Incorporar planes de cierre responsables, programas de rehabilitación ambiental y una participación comunitaria activa es vital para asegurar que la transición energética sea justa, inclusiva y perdurable.
INVA: Impulsando la minería del cobre
INVA potencia a la industria minera con soluciones que optimizan proyectos, reducen costos y garantizan sostenibilidad. Con experiencia en ingeniería de valor, gestión de riesgos y eficiencia energética, ayudamos a las empresas a enfrentar la creciente demanda de cobre con operaciones más responsables y rentables.
Fuentes
1. IBM. (8 de julio de 2024). What Is an Energy Transition? IBM Think. Recuperado de IBM.
2. Fedosenko, K. (20 de junio de 2024). The energy transition will need critical minerals and metals. Here’s how to mine responsibly. World Economic Forum.
3. EY (Ernst & Young). (19 de febrero de 2025). Copper’s role in the energy transition grows as demand surges. Recuperado de EY.
4. World Economic Forum. (13 de mayo de 2025). What are the critical minerals for the energy transition – and where can they be found? Recuperado de World Economic Forum.
