10 Pasos para Implementar
Buenas Prácticas en Proyectos
Por Fredy Alejandro y Daniel Robles
Introducción
Una guía práctica para gestionar el cambio en proyectos de ingeniería y consultoría
La implementación efectiva de una nueva práctica dentro de una organización no es un evento aislado ni una tarea improvisada. Es un proceso estructurado que requiere visión estratégica, planificación detallada y una ejecución disciplinada.
En INVA, como firma consultora especializada en proyectos complejos del sector minero e industrial, entendemos que incorporar nuevas metodologías, herramientas o estándares implica mucho más que definir tareas: requiere gestionar el cambio organizacional de forma consciente y estructurada.
Por ello, hemos adoptado como referencia el Implementation Planning Model desarrollado por el Construction Industry Institute (CII), que define 10 etapas clave para una implementación exitosa.
Paso 1: Análisis de Necesidades
El primer paso para cualquier cambio significativo es entender por qué se necesita. En esta etapa se identifican las brechas, desafíos o ineficiencias que justifican la implementación de una nueva práctica.
Se debe construir un caso sólido y argumentado, basado en datos, evidencia técnica y proyecciones de valor. Este análisis será la base para movilizar a la organización y lograr el apoyo necesario para avanzar.
Paso 2: Compromiso de la Alta Dirección
Ningún esfuerzo de cambio prospera sin el respaldo decidido de la alta dirección.
Esta etapa busca asegurar el compromiso ejecutivo, no solo en términos de aprobación, sino también de asignación de recursos, liderazgo visible y alineación con los objetivos estratégicos. Es aquí donde el caso desarrollado en la etapa anterior debe ser presentado con claridad y enfoque en el valor.
Paso 3: Definición de las Etapas del Proceso
El modelo del CII estructura el proceso de implementación en cuatro fases progresivas: preparar, iniciar, expandir y establecer.
En esta etapa se deben comprender estas fases y construir un cronograma preliminar, que permita visualizar la progresión del cambio y estimar el esfuerzo organizacional requerido.
Paso 4: Adaptación de Matriz
La implementación no puede ser un modelo genérico. Cada organización tiene contextos, capacidades y restricciones distintas.
Aquí se toma la matriz estándar de implementación y se adapta a las condiciones específicas del proyecto o empresa. Se personalizan los entregables, los actores involucrados, las herramientas a utilizar y los hitos clave.
Paso 5: Desarrollo del Plan de Implementación
Con la matriz adaptada, se elabora el plan formal de implementación. Este documento debe ser completo, práctico y alineado con los objetivos de negocio.
Debe incluir: Actividades detalladas por etapa, Responsables asignados, Cronogramas, Recursos necesarios, Riesgos identificados y medidas de mitigación, Indicadores de seguimiento y éxito.
Este plan es la hoja de ruta para todo el proceso posterior.
Paso 6: Comunicación del Plan
Una planificación excelente sin comunicación efectiva está destinada al fracaso.
En esta etapa se diseña y ejecuta un plan de comunicación estratégico, que permita socializar la propuesta con todos los involucrados: desde el comité directivo hasta los equipos operativos.
Se deben comunicar claramente:
– El propósito del cambio
– El valor esperado
– El escenario piloto donde será testeado inicialmente
– Las expectativas para cada rol involucrado
La transparencia y la participación son fundamentales para generar confianza.
Paso 7: Auditoría de Cambio (Change Audit)
Antes de dar el salto a la acción, es fundamental validar si la organización está preparada para implementar.
Esta auditoría es una revisión crítica del estado actual, que busca identificar:
– Capacidades disponibles y faltantes
– Necesidades de capacitación
– Obstáculos organizacionales
– Áreas que requieren inversión previa
El objetivo es anticiparse a los problemas antes de que surjan en la ejecución.
Paso 8: Ejecución de Tareas
Con todo listo, comienza la implementación controlada. El equipo ejecuta las actividades según lo planificado, adaptándose a medida que surgen desafíos.
Cada fase del proceso incluye entre 3 y 5 tareas críticas, que deben ser monitoreadas activamente. Es clave mantener la flexibilidad para hacer ajustes sin perder de vista el objetivo principal.
Paso 9: Evaluación por Etapas
La ejecución va de la mano con la evaluación continua. Después de cada fase, el equipo debe evaluar si se han cumplido los objetivos definidos.
Si no se han alcanzado, se vuelve a la fase anterior para ajustar y mejorar. Esta evaluación iterativa permite aprender durante el proceso y no solo al final, fortaleciendo así la efectividad general del cambio.
Paso 10: Benchmarking
Una vez que la nueva práctica ha sido implementada, es fundamental medir su impacto real y compararlo con los objetivos y estándares internos y externos.
Este benchmarking no es una revisión única, sino un proceso periódico que responde a preguntas como:
– ¿Está generando los resultados esperados?
– ¿Sigue siendo relevante?
– ¿Debe actualizarse, escalarse o reemplazarse?
El cambio sostenible solo es posible si se convierte en parte de una cultura de mejora continua.
Reflexión Final
En INVA hemos comprobado que aplicar estas 10 etapas —con rigurosidad, visión técnica y enfoque colaborativo— marca la diferencia entre un cambio improvisado y una transformación real. Ya sea en la ingeniería de valor, la implementación de estándares, procesos digitales o nuevas tecnologías, este enfoque nos permite acompañar a nuestros clientes con solidez y confianza en cada etapa del camino.
Fuentes
Construction Industry Institute (CII). CII Best Practices Guide: Improving Project Performance, Version 4.0. Austin, Texas, EE.UU.
